Últimamente estoy viendo cosas que no me gustan nada. En mi familia siempre hemos tenido animales y hemos sabido que eso conlleva una responsabilidad que a veces nos obligaba a perdernos ciertas cosas, siempre lo hemos asumido y sigue siendo así ahora que tengo mi propia familia y un miembro peludo de cuatro patas en ella. Sin embargo, hay personas que no se paran a pensar en todas las responsabilidades que eso conlleva y a raíz de la pandemia la compra-venta de animales y la adopción de perros se ha disparado.
No me entendáis mal, es maravilloso que las familias se hayan animado a tener animales y, de hecho, sé de más de una que han adoptado mascotas para darles una alegría a sus hijos en estos tiempos tan complicados que van a ser súper responsables con ellos, lo sé a ciencia cierta, del mismo modo que sé que no lo han pensado todo correctamente.
Os pongo un ejemplo, Familia Navas, han adoptado un cachorro que ahora tiene 6 meses. Cumplen con todas las visitas al veterinario, lo sacan a la calle un mínimo de tres veces al día, recogen sus defecaciones y limpian los pipis del animal con agua y vinagre… son todo un ejemplo a seguir y, sin embargo, la semana pasada hablando con la madre de la familia por teléfono me decía que a ver si este verano había bajado el tema del Covid19 y podíamos hacer algo las dos familias juntas, como irnos de viaje a algún resort de estos que te lo dan todo hecho y tienen actividades para los críos con grandes piscinas para que nos dejen tranquilos de vez en cuando.
Ante esto, lo primero que pensé es “¿y dónde quieren que metamos a los perros?”, así que lo dije suavemente, pero lo dije. Ante esto ella se quedó callada, creo que pensando y asumiendo lo que estaba diciendo, y acto seguido me contestó: “¿y no hay hoteles a los que se pueda ir con mascotas?”.
Todo aquello confirmó mis sospechas. Hay muchísimas familias que se creen que lo han pensado todo y que han tomado las decisiones correctas al responsabilizarse de un animal para poder disfrutarlo tanto ellos como sus hijos al tiempo que le dan una calidad de vida mucho mejor a ese perrito pero no se dan cuenta de todo lo que implica esa responsabilidad hasta que no les estalla en la nariz.
El problema de todo esto no es que haya familias como la Navas, que van a responder y cuidar al animal, el problema es que seguro que habrá otras familias que cuando se encuentren que no pueden ir al resort deseado optarán pos soluciones menos amigables con el perrito.
Vacaciones petfriendly
¿Y quién tiene la culpa de todo esto? Pues, en primera lugar, la familia que decide no seguir cuidando al animal y lo abandona por unas vacaciones. Ellos son, y siempre serán, los principales culpables, pero dejando eso a un lado, la realidad es que en España nos podrían poner las cosas más fáciles para viajar con nuestras mascotas como hacen en otros países y por ahora no es así.
Si vas hacia el norte de España, a veces tienes suerte y puedes encontrar hoteles, restaurantes y muchos establecimientos donde los animales son bienvenidos, pero como salgas del País Vasco, Cantabria y toda esa zona la cosa se complica notablemente.
También es verdad que poco a poco hay cada vez más alojamientos petriendly en nuestro país, pero aun así lo que hay que cambiar es la mentalidad y, del mismo modo que la familia que adopta a un perro ha de ser responsable de su cuidado y necesidades, los establecimientos comerciales y alojamientos hoteleros deberían permitir el acceso a sus instalaciones con nuestros amigos peludos.
Por ahora, tenemos que reducir nuestro ocio vacacional a unas pocas variantes.
Campings y caravanas
La mayoría de campings aceptan animales en las parcelas para tiendas de campaña y caravanas u autocaravanas. De hecho, tal y como nos contaron en Caravanas Cruz, son muchos los clientes asiduos que acuden a ellos cada verano para alquilar una autocaravana y viajar en familia con sus mascotas. Y es que la autocaravana te da la libertad de poder despalzarte en familia hasta el destino seleccionado y alojarte en el mismo espacio sin tener que lidiar con problemas de alojamiento ni transporte.
Ahora bien, cuando elijes un camping de lujo y quieres alojarte en una de las casas-bungalows que suelen tener en sus instalaciones la cosa se complica un poco. Muchas veces hay restricciones de peso o de número de animales para poder alojarte en sus casitas de madera pero además te encuentras con el problema de que el animal, por normativa del camping resort, no debe quedarse solo en el alojamiento y antes esto ¿qué haces? ¿te lo llevas a la piscina o al spa del recinto? Pues obviamente no porque no está permitido así que al final si te llevas al animal contigo tendrás que turnarte para ir a la piscina con tu familia y que siempre haya alguien con el perro en la casa, eso o no disfrutas de las instalaciones del camping y pasas de la casita a salir fuera para ir a otros espacios. Conclusión, una mierda pinchada en un palo. Mucho mejor ir en tu propia caravana donde puedes dejar al animal una horita solo mientras tu disfrutas del spa, que por una hora no pasa nada.
Transportes
El tema de los transportes también es un tema muy complicado. Por un lado viajar en coche te da la libertad de poder llevar al animal contigo a donde te dé la gana pero la realidad es que si te vas muy lejos ni tú, ni el animal, estaréis cómodos durante el coche. Demasiadas horas sin estirar las patitas ¿verdad? Además siempre tienes que lidiar con el problema de que todo quepa en el vehículo, tanto ocupantes humanos como perrunos y, por supuesto, las maletas. Aunque para aliviar este último punto siempre puedes contratar el envío de maletas desde tu ciudad de origen hasta la ciudad destino. Encontrarás la información oportuna en Maletas por Avión.
Luego tienes le tema de los aviones y los trenes. En tren la cosa se complica bastante porque hay límite de tamaño y peso para viajar con el perro así que si tienes un caniche igual te libras pero como tengas un pastor alemán despídete del tren. Y si optas por el avión tendrás también limitaciones para viajar con él en cabina, lo único positivo del avión es que podrás viajar con el animal en bodega, cosa que antes podía ser muy peligrosa pero ahora con empresas especializadas como Animales por Avión es mucho más factible y seguro para el animalito.
Hagas lo que hagas, piensa que el transporte es el primer paso de las vacaciones así que has de plantearte muy bien el viaje.
Actividades
Aquí a cosa se complica mucho más. El año pasado estuvimos de vacaciones en el sur de Andalucía, viendo varios pueblecitos y disfrutando un poco del turismo de sol y playa, pero uno de los días decidimos reservar una actividad de buceo en Puerto Buceo, una empresa que nos habían recomendado unos amigos para disfrutar de una experiencia de bautismo bajo el mar. El problema es que, lógicamente, el perro no podía ponerse el neopreno y bucear con nosotros así que nos volvimos locos buscando algún tipo de “guardería” para perretes que nos dejaran dejarle el animal durante una horita y media más o menos. Al final, como no conseguimos encontrar nada similar, optamos por una chica que se sacaba un dinero extra paseando a perritos y le pagamos dos horas de paseo para que se quedara con Togo durante ese tiempo.
¿Sabéis el miedo que puede pasar una familia dejando a un miembro de su familia en manos de un desconocido? No es lo mismo dejar a tu bebé en una guardería, que supuestamente está repleta de profesionales, que tener que recurrir a una persona que quiera hacerte el favor pagándole o no por ello.
Nosotros hemos renunciado a mil cosas por quedarnos con Togo, y seguiremos haciéndolo, pero lo normal (y que sí tienen otros países de Europa) es disponer de espacios de pago donde poder dejar al animal al cuidado de verdaderos profesionales, tanto en tu ciudad de residencia si un día te encuentras con un problema personal como estando de viaje en la ciudad destino. Hay que hacer que todo sea más sencillo, para nosotros y para nuestros animales. ¿No estáis de acuerdo?