El futbol es el deporte de masas por antonomasia. El más popular. Levanta pasiones y es un estupendo vehículo para reforzar la unidad con amigos y compañeros de trabajo. Te explicamos en este artículo cómo montar un equipo de futbol en tu lugar de trabajo y cómo eso es bueno para los trabajadores y para la empresa.
El periódico El Día de Córdoba recuerda como el 2 de junio finalizó la tercera edición de la liga de futbol de empresas de esta ciudad andaluza. En esta ocasión compitieron 19 empresas y un total de 350 jugadores.
La idea de esta liguilla amateur surge del empecinamiento de Rafa Paso, un empleado de banca cordobés, que tras trabajar en Madrid, pidió el traslado a su ciudad natal y se empecinó en montar un equipo de futbol con sus compañeros de trabajo y después una competición con otras empresas de la ciudad. Fue una iniciativa particular, en un principio no contó con el apoyo de las autoridades.
Rafa jugaba en Madrid en una liga de empresas bastante organizada. Cada miércoles se reunía con algunos compañeros de trabajo para entrenar y los sábados por la mañana jugaban contra otros equipos de empresas de la provincia.
Estaba contento de regresar a Córdoba, pero echaba de menos la actividad deportiva que hacía en Madrid. Ni corto, ni perezoso, convenció a una quincena de compañeros de la empresa y montó un equipo. Algunos días, por la tarde, entre semana, al salir del trabajo, quedaban para entrenar y echar pequeños partidillos entre ellos, pero el problema estaba en contra quién competían.
Uno de los compañeros empezó a enviar e-mails a las empresas de la ciudad para plantearles la idea de crear una liga de futbol de empresas. El equipo promotor se encargó de organizarlo todo. En la primera edición compitieron 8 empresas. El abanico era diverso, estaban representadas desde una panadería hasta una empresa de servicios informáticos.
La idea fue calando poco a poco entre la población. Los medios de comunicación locales se hicieron eco del evento, y hoy ya van por la tercera edición. En la liga juega hasta el equipo de la policía local.
Quizás montar una liga de futbol de empresas en tu ciudad te parezca complicado, pero crear un equipo con tus compañeros de trabajo es realmente sencillo.
Montar el equipo.
Pasamos gran parte del día en el trabajo. Aparte de ganarnos el sueldo, inevitablemente establecemos relaciones sociales. Aparecen relaciones de compañerismo y con algunos de nuestros compañeros es fácil que entablemos una amistad. Seguro que a alguno de ellos, en alguna ocasión, se le ha ocurrido alguna propuesta para socializar fuera de la oficina o del taller. Como, por ejemplo, salir a tomar una cerveza después del trabajo. Plantearnos montar un equipo de futbol con los compañeros no es nada descabellado. El periódico El Informador Digital nos da algunas claves para hacerlo. Estas son 5 etapas importantes:
- Paso 1. Crear el equipo. El primer objetivo es atraer gente a la propuesta. Necesitas un mínimo de 15 jugadores para formar un equipo en condiciones. Deja que la idea se vaya difundiendo. Estas iniciativas novedosas corren como la pólvora. Díselo a tus compañeros más cercanos que veas que puedan estar interesados y proponles que lo vayan difundiendo. Si tenéis un grupo de WhatsApp entre los compañeros, cuelga la noticia. A ver quién se apunta.
- Paso 2. Fijar responsabilidades. La idea es crear un grupo estable, por lo que necesitas personas que se van a responsabilizar de determinadas tareas del equipo. Necesitas un director, que será el encargado de comunicarse con los jugadores. Un secretario, que buscará las instalaciones en las que entrenarse, otros equipos contra los que jugar e inscribir al equipo en los torneos. Y un tesorero, que se encargará de recaudar el dinero cuando haya que comprar material deportivo o hacer alguna actividad que haya que sufragar, como un desplazamiento. Si el equipo va creciendo es bueno que tenga un entrenador, aunque al principio, de esta tarea se puede encargar el capitán.
- Paso 3. Establecer una rutina de entrenamiento. Montar un equipo es algo serio y organizado. Es necesario fijar al menos un día de entrenamiento a la semana a la que puedan acudir todos los jugadores. Debe ser siempre el mismo día de la semana y con el mismo horario, para que los jugadores se lo organicen. Para entrenarse se puede pedir una instalación pública al ayuntamiento o el campo de futbol de un instituto o de un colegio. Si tienes a tus hijos en un centro educativo y estás inscrito en la Asociación de Padres, esta es una opción que puedes probar.
- Paso 4. El equipamiento. Algo tan sencillo como el uniforme (la camiseta, el pantalón y el chándal de equipo) forma piña. Da la sensación de que el equipo va en serio. Además, es necesario para competir. No vais a jugar cada uno con vuestra ropa deportiva como si fuerais niños jugando al balón en un parque. Actualmente, hay muchas empresas que se encargan a la serigrafía de ropa deportiva y te pueden preparar el equipamiento de un equipo entero, con las camisetas impresas con el escudo del club, el dorsal y hasta el nombre del jugador. Si no tienes tiempo, internet es una buena opción para equiparte. Los encargados del Bar Quintana de Sabadell, que aunque no tienen un equipo de empresa, si patrocinan un equipo de futbol base, nos comentan que encargaron todo el equipamiento de sus chicos a compradeporte.com, una tienda online de material deportivo que personaliza las prendas.
- Paso 5. Apuntarse a un torneo. Una vez el equipo está en marcha, es el momento de inscribirse en una competición. Puede que en tu ciudad no hay una liguilla de empresas, pero si investigas por internet, seguro que descubres competiciones en las que tu equipo se puede inscribir. Es interesante, para medir fuerzas, organizar partidillos amistosos con otros equipos amateurs. Muchas asociaciones tienen sus propios equipos de futbol.
Una experiencia única para los trabajadores.
Una asociación estable como crear un equipo de futbol fomenta el compañerismo entre los trabajadores de una empresa. Las relaciones se extienden más allá del centro de trabajo, lo que crea una mayor sintonía entre los compañeros y refuerza la capacidad de trabajar en equipo.
Si además de veros en el centro de trabajo, quedáis todos las semanas dos o tres días para entrenar y jugar al futbol, la unidad subjetiva y objetiva entre los compañeros aumenta. Esta unidad se da de manera voluntaria, haciendo una actividad que os gusta a todos. No está forzada por el organigrama de la empresa o las tareas del trabajo.
Practicar deporte es una actividad sana en la que ocupar nuestro ocio y establecer relaciones sociales. En esta actividad todos estáis unidos por conquistar unos mismos objetivos, por practicar algo que os divierte. Para que el equipo llegue a buen puerto se cogen responsabilidades de manera altruista que permite desarrollar aptitudes personales, que en algunos casos, ni siquiera éramos conscientes de que las teníamos.
Es importante remarcar que formar un equipo no es quedar con los compañeros para echar un partidillo un domingo. Es una organización con pretensión de permanecer. Los miembros están comprometidos con el proyecto, y van a hacer que dure el máximo tiempo posible, alcanzando logros de los que todos se sientan orgullosos.
A la empresa le interesa.
Si montáis un equipo de empresa, sin vosotros pretenderlo, vais a estar llevando el nombre de la empresa más allá de su ámbito económico natural. Estáis difundiendo su imagen social. Esto es algo que le interesa a la empresa, puesto que le hace propaganda y le integra más aún en la comunidad. Le da un cierto prestigio. Imagínate, el equipo de futbol de una fábrica le gana al de los funcionarios de los juzgados. Aunque no tenga mucho eco mediático, es una noticia que se va a difundir por la ciudad.
Pienso que es importante que la dirección del equipo siempre esté en manos de los promotores de la idea, o de los jugadores que se han cogido responsabilidades. Es un error que porque la empresa se vaya a beneficiar de la publicidad que le da el equipo, en un momento dado pase a controlarlo. Son muchos los equipos de futbol amateur que han perdido su frescura cuando han pasado a ser controlados por centros con un cierto poder.
Las actividades deportivas son buenas para configurar equipos de trabajo en la empresa. Eso, si los directivos saben percibirlos. Con un deporte en equipo como el futbol se aprecia el liderazgo natural. Personas a las que los demás les siguen, y otras que se cogen responsabilidades y hacen que un proyecto tire para delante.
Como hemos dicho a lo largo de este artículo, el futbol fomenta el trabajo en equipo. Estas son cualidades que si la empresa se ha percatado de ellas, las pueden aplicar al trabajo productivo.
Si te gusta jugar al futbol, crear un equipo de futbol en tu lugar de trabajo será una experiencia que te hará pasar momentos inolvidables.