Empresa: “Se entiende por empresa a un agente que organiza con eficiencia los factores económicos para producir bienes y servicios para el mercado con el ánimo de alcanzar ciertos objetivos, es decir, como un conjunto (sistema) de elementos humanos, técnicos y financieros, ordenados según determinada jerarquía o estructura organizativa y que dirige una función directiva o empresario”. Esta es la definición, pero detrás de todo esto, hay un entramado muy complejo, porque una empresa es todo un quebradero de cabeza.
La empresa se ha de entender como un conjunto ordenado de factores productivos, que tienen como fin la producción de bienes y servicios, es el elemento básico de la producción en un sistema económico. Y es que al final, todo se resume en que una empresa quiere tener beneficios. Pero esto no es fácil. Algunos lo consiguen, otros caen. Muchos. Pero para ello hay que contar con una serie de herramientas que pongan la base para poder nacer, crecer, sobrevivir y evitar morir. Suena fuerte, pero estas son las fases de una empresa. Si evitas morir, ya lo tendrás todo hecho para salir adelante.
Programa de gestión
Es algo fundamental. Las cuentas tienen que salir claras, y ahora mismo ya no vale con llevarlas de manera individual o con el famoso libro de contabilidad. En un mundo tan global, hay que personalizar y profesionalizar este proceso. Estos programas se adaptan a todo tipo de profesionales. Para aquellos autónomos o pequeñas empresas que quieren llevar la contabilidad de un modo fácil y envían los datos a su asesoría para que les presente las obligaciones fiscales. O como es caso de Conta3, como indican desde Programa de Gestion, para las empresas que quieren sacar más provecho de los datos introducidos en el programa de contabilidad, como por ejemplo, el cálculo de impuestos y su presentación telemática directamente a la Agencia Tributaria o funciones más avanzadas como el control presupuestario y la contabilidad analítica.
Outsourcing
No tenemos que saber hacer de todo. Por eso nos podemos apoyar en otras empresas. Esta herramienta que es por subcontratación la tercerización es una técnica que consiste en la contratación de terceros otras empresas para que realicen actividades funciones y procesos a empresas especializados que hacen mejor el trabajo a menor costo teniendo mejor eficiencia y eficacia permitiendo mayor calidad y competitividad esto trae los siguientes beneficios así como también trae algunas. Este recurso se ha vuelto muy popular entre las compañías de cualquier tamaño y especialidad, porque al tercerizar algunas tareas y actividades se han encontrado alternativas tecnológicas de punta con un ahorro considerable.
Benchmarking
Para saber a lo que nos enfrentamos tenemos que conocerlo. Por eso, es muy bueno conocer a los rivales. Aquí es donde entra el Benchmarking. Consiste en el seguimiento de empresas similares en cuanto a servicios productos procesos de trabajo prácticas empresariales políticas métodos no sólo para copiar sino para tener puntos de referencia determinando qué aspectos se van a someter mediante problemas o mejoras determinando las empresas que se van a analizar mediante competidores directos y analizando las empresas seleccionadas mediante visitas y entrevistas.
Es una palabra que cuando suena en una empresa puede sonar dura, pero es una herramienta para crecer como empresa. Consiste en la reorganización o reestructuración de las organizaciones llevando a cabo mejoras rediseño adecuaciones permite eliminar departamentos que nos sirven para reducir personal. Y es que en ocasiones para ser más grande, para ser más veloz, hay que quitarnos de encima peso, que se puede convertir en lastre. Es que muchas veces las empresas no funcionan porque tenemos gente poca productiva. Estos es el reactivo que responde a el cambio sin previo aviso y el proactivo proceso de anticipación y preparación para eventuales cambios. Con esto vamos a conseguir, crear una estructura más eficaz aprovechando mejor los recursos de que se dispone (en este caso, el trabajo), se eliminan los puestos de trabajo que no producen valor o que no se consideran imprescindibles.
Aunque en este caso yo apuesto por un Downsizing proactivo. No se trata, como en el caso anterior, sólo de sobrevivir, se trata de convertir a la compañía en algo más productivo, eficiente y competitivo a través de la implementación de un plan estratégico diseñado para ello.
Y estas son cuatro herramientas, algunas seguro que desconocidas, que nos pueden ayudar a las empresas a sobrevivir en un contexto tanto nacional como internacional que se presume muy duro. En este caso lo mejor es que las empresas sepan con qué medios cuentan para poder salir a flote.