A la mayoría de nosotros seguramente se nos vendrá algo a la cabeza cuando mencionamos el término odontología, ya que normalmente en algún momento de nuestra vida visitamos al dentista para practicarnos alguna intervención o simplemente, para realizarnos una revisión.
Cuando nos adentramos en el sector de los profesionales de la salud dental, nos encontramos con una serie de conceptos que se nos hacen familiares; tratamiento contra caries, blanqueamiento dental, “Brackets”, implantes, etc.
Partiendo de ahí; si yo te preguntara ahora mismo “¿podrías decirme en qué consiste la odontología conservadora?” quizá no sabrías bien qué responderme, ya que no es un concepto tan conocido como los anteriores. Sin embargo, su explicación es más sencilla de lo que crees, y además, reúne muchos conceptos que todos hemos conocido alguna vez en nuestra vida.
Una de las razones por las que este tipo de odontología es tan especial, es que sin duda es un tipo de odontología que trae una serie de beneficios clave para nuestra salud.
¿Quieres saber más acerca de esto? Quédate y te lo contamos a lo largo de este artículo.
¡Nunca viene mal saber un poco de todo!
Entendamos el concepto: ¿Qué es la odontología conservadora?
La odontología conservadora es una disciplina que abarca una serie de prácticas y técnicas destinadas a la preservación de la salud dental y la estructura dental original de los pacientes.
¿Qué quiere decir esto?
Quiere decir que la función principal de este tipo de tratamientos es conservar la estructura dental en toda regla de cada paciente.
¿Cómo lo logran? Principalmente mediante la prevención; si prevenimos cualquier problema dental, éste podrá ser tratado de manera más efectiva (y menos cara) mientras que, si intentamos tratarlos sin haber intentado prevenir, el problema se habrá vuelto más grave.
Gracias a esta prevención, los profesionales que trabajan en la odontología conservadora pueden detectar a tiempo los problemas dentales (como, por ejemplo, las caries). Es por ello, que acudir a revisión es muy importante y es una pieza fundamental para poder llevar a cabo la odontología conservadora, ya que los dentistas, realizarán pruebas y exámenes avanzados que detectarán cualquier problema y realizarán los tratamientos menos invasivos para solucionar cualquier problema antes que éste siga empeorando. Esto no solo beneficia al paciente en términos de comodidad y costos, sino que también preserva la estructura dental original.
¿Qué significa usar tratamientos menos invasivos?
Cuando se requiere tratamiento, la odontología conservadora se centra en procedimientos conservadores y mínimamente invasivos que preservan la mayor cantidad posible de la estructura dental original. Esto quiere decir que los tratamientos se basarán en conservar las piezas dentales originales de cada paciente a la hora de tratar cualquier problema, evitando así realizar extracciones dentales o restauraciones extensas, que a menudo resultan en la pérdida de dientes naturales y la sustitución por prótesis.
Por otro lado, la estética es otra de las características principales de este tipo de odontología, ya que los procedimientos se realizan en pro de conservar la apariencia natural de los dientes.
El enfoque en la estética incluye la corrección de problemas tales como dientes desalineados, decolorados o fracturados, a través de procedimientos como la ortodoncia, el blanqueamiento dental y las carillas. La odontología conservadora garantiza que estos tratamientos se realicen de manera que minimicen la eliminación innecesaria de estructura dental y mantengan una sonrisa natural.
Como podemos observar, son muchos los beneficios que obtenemos cuando nos centramos en este tipo de odontología ¿verdad? Principalmente aprovechamos lo que nuestro cuerpo nos ha proporcionado, y lo cuidamos, por lo que gastaremos menos dinero en el futuro para restaurar este tipo de problemas, y, además, como resultado obtendremos una sonrisa de lo más sana y natural.
¿En qué se diferencia este tipo de odontología del resto?
La diferencia entre la odontología conservadora y otras ramas de la odontología, como la odontología restauradora o la cirugía oral, radica en su enfoque preventivo y la preservación de la estructura dental original, como venimos diciendo en el punto anterior.
De esta forma, estos dos tipos de odontología que acabamos de nombrar, tratan de lo siguiente:
- Odontología restauradora.
Mientras que la odontología conservadora busca prevenir problemas dentales en su origen, la odontología restauradora se centra en la reparación de dientes dañados o perdidos. Los procedimientos de restauración incluyen empastes, coronas, puentes y prótesis dentales. A menudo, estos procedimientos implican la eliminación de parte de la estructura dental original.
- Cirugía oral.
Por otro lado, la cirugía oral se ocupa de procedimientos más invasivos, como extracciones de dientes, cirugía de mandíbula y colocación de implantes dentales. Estos procedimientos son necesarios en casos de problemas avanzados, pero pueden ser evitados o retrasados mediante prácticas de odontología conservadora.
¿A qué tipo de personas o situaciones está enfocado este tipo de odontología?
En realidad, la odontología conservadora es una opción beneficiosa para todo el mundo, independientemente de su edad, ya que promueve la salud bucal a largo plazo y la preservación de los dientes naturales. Sin embargo, hay algunos grupos de personas que pueden beneficiarse especialmente de este tipo de tratamiento:
- Niños y adolescentes.
Los niños y adolescentes tienen una estructura dental nueva, por lo que los tratamientos dentales que se centren en conservar su estructura todo lo que puedan son esenciales. Además, como mencionamos antes, dentro de este tratamiento se incluye el hecho de inculcar los hábitos de higiene oral adecuados al paciente para poder detectar problemas dentales antes de que se vuelvan crónicos, lo cual ayudará a evitar la aparición y el desarrollo de caries y otras afecciones dentales en la adultez.
- Adultos con dientes naturales.
Los adultos que aún conservan la mayoría de sus dientes naturales, pueden aprovechar al máximo la odontología conservadora. Gracias a ella, podrán mantener su salud dental a lo largo de los años y no tendrán que ocuparse de pagar reparaciones caras en el futuro.
- Personas mayores.
La odontología conservadora es muy importante para aquellas personas más mayores que buscan conservar sus dientes naturales.
La pérdida de dientes puede afectar la masticación, la digestión y la calidad de vida en general, por lo que se debe evitar siempre descuidar nuestra salud dental e intentar preservar nuestros dientes naturales todo lo que podamos, lo cual nos cuidará de este tipo de problemas.
- Personas con miedo al dentista.
Aquellos con ansiedad o miedo al dentista pueden encontrar en la odontología conservadora una práctica menos intimidante. Los procedimientos son menos invasivos, lo que puede disminuir la ansiedad y el estrés asociados con las visitas al dentista.
¿Según la odontología conservadora, cómo debo cuidar mi salud bucal en casa?
Para mantener los dientes y encías en buenas condiciones, es importante que sigamos las prácticas de higiene bucal adecuadas nosotros mismos en casa; como venimos diciendo, esto es lo primero que nos explican los profesionales que realizan los tratamientos de odontología conservadora para mantener una buena salud bucodental.
¿Quieres saber cuáles son algunos de los consejos que nos recomiendan seguir en casa?
Aquí te explicamos algunos:
- Cepillado y uso del hilo dental.
Como ya imaginarás, el cepillado diario es la base de una buena higiene bucal.
Los profesionales de la Clínica Dental Elisa Fuentes recomiendan que tengamos en especial importancia nuestro cepillo de dientes siguiendo las siguientes recomendaciones:
– El cepillo debe cambiarse cada 3 meses.
-Debemos cepillarnos los dientes al menos dos veces al día preferiblemente después de las comidas.
Respecto al cepillo, es mejor usar uno de cerdas suaves, para no dañar las encías, y para acabar, también es aconsejable usar hilo dental antes de cada cepillado.
- Enjuague bucal y enjuague con agua salina.
Un enjuague bucal con fluoruro puede ayudar a fortalecer el esmalte dental y reducir el riesgo de caries. Sin embargo, no está recomendado utilizarlo a diario.
Por otra parte, un enjuague con agua salina tibia puede ser igual de efectivo que uno de flúor ¿lo sabías? Este enjuague te ayudará a reducir la inflamación de las encías y es capaz de aliviar las molestias bucales, tales como las aftas o úlceras bucales.
- Alimentación saludable.
¡La dieta desempeña un papel importantísimo en la salud bucal!
Por ello, los profesionales que tratan la odontología conservadora recomiendan limitar el consumo de azúcares y alimentos altamente ácidos, ya que estos pueden dañar el esmalte dental y aumentar el riesgo de caries. En su lugar, puedes optar por alimentos ricos en calcio, como productos lácteos y verduras de hojas verdes, para fortalecer tus dientes.
- Mantén la hidratación.
Beber suficiente agua es esencial para mantener la boca hidratada y para ayudar a eliminar las bacterias y los residuos de alimentos.
Además, el agua es un elemento crucial para mantener el equilibrio del pH en la boca.
- Evita el tabaco y el alcohol.
El tabaco y el alcohol son perjudiciales tanto para la salud bucal como para la general. Estos hábitos pueden aumentar el riesgo de cáncer oral, enfermedades de las encías y manchas en los dientes. Dejar de fumar y moderar el consumo de alcohol es una excelente manera de mantener tu salud bucal en óptimas condiciones.
- Visitas regulares al dentista.
Por último, pero no menos importante, no subestimes la importancia de las visitas regulares al dentista. Como sabes, la odontología conservadora se centra en la prevención, y un dentista puede identificar y tratar problemas bucales antes de que se conviertan en situaciones más graves. Por este motivo, te recomendamos ir por lo menos un par de veces al año a revisión a tu dentista. Recuerda que tu salud bucal es una inversión en tu bienestar general, ¡así que no escatimes en sus cuidados!