Vivimos inmersos en la era digital. Navegamos por el ciberespacio de forma natural. Prácticamente todo lo que nos rodea, esta digitalizado o va camino de ello. Poco queda de lo analógico, de lo genuino. Ahora lo genuino, es ser lo más digital posible. Este hecho que, en algunos sectores no parece demasiado relevante, es más, en ellos todavía queda algo de resistencia al cambio, no es aplicable en la odontología. Dentro de esta rama de la medicina, en realidad en todo lo que tiene relación con la salud, los avances tecnológicos que aporta la digitalización, deben estar a la orden del día en su aplicación.
Como bien saben los profesionales del sector de HQ Tenerife, odontólogos a la vanguardia de su rama, la transformación digital, es algo inevitable. En la gran mayoría de las consultas odontológicas, la digitalización es ya un hecho. Para aquellos que aun no se hayan decidido a hacerlo, hemos elaborado este post. De este modo, arrojamos luz a los que, todavía, andan en la penumbra.
Es posible que en muchos casos, los odontólogos más arraigados a la tradición, estén considerando que la tecnología digital, es parte intrínseca en la rama profesional en la que se mueven. También es posible que existan dudas debido a los costes, la inversión, las necesidades particulares de cada uno, etc. Sin embargo, es un paso que hay que dar, antes o después, el futuro se convierte en presente y hay que avanzar.
La transformación digital, tan en boga en los últimos tiempos, hace referencia directa, al uso de las tecnologías para mejorar y optimizar los procesos ligados al sector: diagnostico, planificación, diseño de tratamientos, etc. Incluyendo en el lote, los recursos del hardware como escáneres intraorales, impresoras 3D, fresadoras, etc.
Esto conduce a la inevitable necesidad de invertir. Invertir tiempo y recursos económicos en las clínicas dentales para llevar a cabo la transición. Para conseguir hacer un transito adecuado, es necesario establecer un detallado plan de acción que se base en las necesidades reales de cada cual y en la presión que el mercado, ejerce sobre el sector, debido a la evolución rápida y constante que sufre el mismo.
Por tanto, la inversión, bien merece la pena. No solo es necesaria, es obligatoria si una clínica quiere mantenerse a flote.
Gracias a este proceso de digitalización y transformación digital en el sector de la odontología, se revierten los tratamientos, logrando que sean más precisos, cómodos y rápidos. Tanto para los pacientes como para los profesionales. Esta evidencia en detrimento de los tratamientos más convencionales, debe afrontarse y, para ello, hay que estar preparado tanto a nivel de recursos como de formación. No se trata de utilizar la tecnología, si no de saber como utilizarla.
Digitalizar una clínica odontológica, puede convertirse en todo un desafío. El proceso de implementación debe ser el adecuado y así, los resultados pueden dan lugar a una sustancial mejora de la eficiencia y la calidad del servicio que se ofrece al paciente.
Transformación si, pero paso a paso
Antes de lanzarse a la aventura del cambio, es conveniente analizar la situación y plantearse una serie de cuestiones. Evaluar en detalles cuales son las necesidades reales de la clínica, cual es la tecnología más adecuada para implementar y cuales, son los tratamientos más demandados, ayudará a llevar a cabo las mejoras necesarias.
Una vez que se tienen presentes esas necesidades, lo primero, es elegir un software de gestión clínica. Esta herramienta, es fundamental en todo proceso de digitalización que se precie. Independientemente del sector, el programa de gestión es inherente al cambio. Gracias a estos softwares exclusivos para cada sector de aplicación, el correcto funcionamiento de una clínica es mucho mas sencillo.
Para aprender a utilizar esta herramienta y sacarle todo el provecho, hay que formarse y tomarse tiempo en descubrir todas sus posibilidades. La elección más acertada, debe ser la que ofrezca soluciones y funcionalidades más completas: desde citas en línea hasta almacenar datos en la nube. El fácil acceso a la aplicación desde diferente dispositivos y terminales, debe ser una de sus funciones, para poder asegurar el correcto acceso y almacenamiento de datos en cualquier lugar y en cualquier momento.
Al mismo tiempo, debe garantizar la protección de datos de cada uno de los pacientes, tal y como exige la ley.
El siguiente paso, adentrarse en el apasionante mundo de la imagen digital. Adquirir sistemas radiológicos digitales, intraorales y extraorales. Este tipo de imagen, ofrece una mayor precisión y eficiencia que las imágenes tradicionales. La tecnología digital, ofrece imágenes de muy alta calidad con muy pocos niveles de radiación. Con la asociación de los diferentes softwares y los sistemas de inteligencia artificial, es posible obtener información relevante para el desarrollo de los planes de tratamiento, tanto a nivel de diagnóstico como de control de la evolución de los tratamientos.
A razón de la actividad particular, contar con sistemas de radiología extraoral digitales, es cada vez mas necesario.
Es conveniente sopesar la actualización de los equipos informáticos para asegurar que van a soportar los cambios y el paso a la última tecnología. A la hora de emplear diversos dispositivos, como sistemas de escaneado intraoral, radiología, diseño de tratamientos, etc. es conveniente mantener los equipos actualizados. Mayor capacidad de almacenamiento en el disco duro, más memoria RAM, procesadores más potentes, etc. Inversión de elevado coste, pero fundamental.
Establecer el momento en el que se van a incorporar los diferentes elementos, ayuda a minimizar el impacto económico. No es necesario adquirir todos los elementos al mismo tiempo, pude hacerse de forma gradual, permitiendo una adaptación controlada.
Contando con los elementos que vayamos a ir implementando para llevar a cabo la transformación, hay que llevar a cabo la capacitación del equipo de trabajo. A medida que se vayan implementando medidas y herramientas, todos los componentes de la plantilla, deberán aprender a manejar los dispositivos, programas y sistemas incorporados. Cada profesional dentro de su campo de trabajo.
Los que se ocupen de la recepción aprenderán todo sobre el software de gestión, en tanto que los odontólogos, habrán de familiarizarse con los escáneres y aparatos de radiología.
El manejo de los programas a utilizar requiere de conocimientos, tiempo, dedicación y formación específica. No hay que olvidar que toda esta tecnología esta diseñada para ofrecer una amplia variedad de opciones y cuentan con la finalidad de ampliar el abanico. De este modo, las opciones terapéuticas pueden optimizarse ofreciendo mayor calidad en los tratamientos ofrecidos a los pacientes.
Seguridad, ante todo
La digitalización aporta numerosos beneficios. A nivel pacientes, gestión, tratamientos, diagnóstico, es un gran avance. Como todo gran avance, trae consigo algún que otro inconveniente. En este caso, manejar los datos, se convierte en algo más sencillo, pero sin embargo, la exposición al secuestro de la información, aumenta.
Al trabaja con registros electrónicos y digitales de salud e información confidencial de los pacientes, es muy importante, establecer una serie de políticas y medidas de seguridad sólidas.
En este sentido, hay que asegurarse de que la clínica disponga de las medidas de seguridad adecuadas para la protección de la información relativa a cada paciente. Sopesar la posibilidad de contratar una empresa externa especialista en ciberseguridad, puede ser la opción más acertada. Se trata de una acción más que conveniente para establecer todos los protocolos y documentos de seguridad necesarios en función de los dispositivos y sistemas informáticos de los que dispone la clínica. De este modo, se protegen los datos de los pacientes y la propia clínica.
Todo cambio conlleva un tránsito, un proceso de transformación digital debe hacerse de forma gradual, poniendo el foco en la optimización de los recursos propios. La finalidad de esta optimización es ofrecer los mejores tratamientos y atención a los pacientes de la clínica dental. No hay que pretender hacer esos cambios de golpe, con independencia de que pueda afrontarse el coste de la inversión. Es mejor hacer los cambios poco a poco para ir asentando las bases de los cambios que hay que introducir. De esta manera, los profesionales se van familiarizando con la tecnología adquirida para sacar todo el provecho posible, exprimir su potencial y ponerlo al servicio de la clínica y no al revés.
La transformación digital es necesaria en el sector. La elevada demanda del sector, invita a llevar a cabo el cambio. La competencia existente, invita a avanzar en todos los sentidos y obliga a estar a la vanguardia en todo lo referente a los tratamientos posibles y disponibles. Así mismo, disponer de las herramientas de trabajo adecuadas y más proclives a facilitar la tarea, es imprescindible.
No solo se optimizan tiempos de trabajo y diagnóstico. La transformación digital, implica avanzar en los tratamientos y su aplicación. El desarrollo de los mismos, puede contemplarse desde otro prisma, ofreciendo la posibilidad de comprobar los resultados antes de alcanzarlos.
Gracias a la implementación de la tecnología más avanzada, es posible diseñar todos los tratamientos y ver los resultados en el momento, para así poder tomar la decisión más acertada a la hora de aplicarlos.
Cabe señalar que, gracias a todos estos avances, la visita al dentista, es mucho más agradable.