¿Tenemos en cuenta la calidad de la que dispone un producto a la hora de comprarlo? Lo ideal es que sí, y estamos convencidos de que la mayoría de la gente sí que tiene en consideración este asunto, aunque sí que es cierto que hay otro factor, como lo es el precio, que juega una baza también muy importante a la hora de determinar la compra (o no compra) de dicho producto por parte de la clientela potencial. Ni que decir tiene que la relación entre calidad y precio es determinante a la hora de que algo se venda o no.
Habrá personas que, entre ambas cuestiones, se queden con una y otras personas que deciden apostar por la otra. En ambos casos, hablamos de una decisión lógica. Es evidente que nos gustaría disponer de algo de calidad a un precio competitivo. Es lo ideal y, en un mundo globalizado y con Internet como un medio accesible para la mayoría de la población, tenemos muchas más opciones de dar con productos de calidad a un precio competitivo. Y de eso se han valido muchas personas para obtener precisamente lo que quieren y muchas empresas para potenciar sus propios productos o servicios.
Una noticia publicada en la web Cuadernos de Marketing indicaba las razones por las cuales compramos unos productos y no otros. Ofrece, en concreto, cuatro motivos, que son los siguientes:
- La accesibilidad: es lo primero que se ha potenciado gracias a la llegada de Internet a nuestra sociedad.
- Razones funcionales: aquí, la calidad está muy presente porque determinan qué podemos hacer con el producto que estamos adquiriendo.
- Razones físicas: aquí, la calidad también es importante aunque puede que no tanto.
- Razones psicológicas: mucho más difícil de analizar. No se refiere a asuntos que tengan que ver con algo perceptible, sino con algo más bien subjetivo.
En otra información, el Diario de Sevilla hace referencia a que existe un número interesante de productos de calidad españoles que se están haciendo hueco en el mercado chino, algo que es de celebrar puesto que este comercio es actualmente el más importante del mundo y esto es sinónimo de potenciar la imagen de nuestro país a escala internacional. Esta noticia, además, pone de manifiesto que todo por lo que apuestan los chinos no tiene por qué ser «barato», como se tiende a pensar sin fundamento alguno en todo lo relativo al gigante asiático.
Las empresas españolas han apostado por la calidad en los últimos años y los resultados se empiezan a notar ahora. La mayoría de ellas ha decidido adaptar todos sus procesos para que sus productos o servicios dispongan de la máxima calidad. Una de las cuestiones que ha venido siendo comunes a todas ellas ha sido la apuesta por los sistemas y softwares de control y gestión de la calidad, cuyas instalaciones se han multiplicado en los últimos tiempos según los profesionales de Q-Bo en empresas de todos los tamaños y de todos los sectores de producción.
Una necesidad para competir con el resto de Europa
Uno de los males que ha caracterizado a la economía española es que nuestras empresas no han sido igual de competitivas que las de nuestros socios europeos casi en ningún momento de los últimos 50 años. Ha sido con el objetivo de ponerle solución a este problema por lo que multitud de empresas han decidido impulsar la calidad a todos sus niveles, algo que, como hemos comentado, está generando resultados que permitirán hacer de las empresas de este país entes mucho más preparados para enfrentarse a las de Francia, Alemania, Holanda, Bélgica o Reino Unido.
La calidad es algo que nunca podemos perder de vista y que, desde luego, nos puede proporcionar muchos beneficios, no solo desde el punto de vista económico (una mayor calidad hace que nuestro producto esté mejor valorado en el mercado y que, por tanto, tenga más opciones de ser vendido), sino también desde el punto de vista de imagen y publicitario. Ni que decir tiene que esto tiene una importancia tremenda y que debemos tener siempre en cuenta los beneficios en materia de imagen que nos puede proporcionar el simple hecho de apostar por la calidad.
Hay empresas de nuestro país que todavía no se han puesto manos a la obra en lo que tiene que ver con algunos de los asuntos que os hemos trasladado a lo largo de este artículo, pero estamos seguros de que eso va a empezar a cambiar. Todo el mundo es consciente de que, para competir en un mercado como el actual, hay que dar el do de pecho en el ejercicio de nuestra actividad. La calidad es demandada por los clientes de todos los sectores y conseguirla está más a mano que nunca para las empresas.