Los toldos en nuestro país tienen un color predominante, que es el verde. Los edificios entre las décadas de los sesenta y ochenta optaron por él y siguen siendo el paisaje de muchas de nuestras ciudades.
Una prueba práctica
Solo tenemos que salir a la calle un día que haga buen tiempo y mirar lo que hayamos visto en los edificios. A buen seguro, habrás encontrado alguno de los edificios con los toldos verdes como elemento en común. Esto es algo que se repite en toda nuestra piel de toro. Un arquitecto de Jaén llamado Pablo Arboleda reparó en ello. Se dio cuenta de que había una mayoría de este color en los toldos españoles.
Sus orígenes o causas
No se sabe la razón, pero sí que está claro que todo empezó entre la década de los sesenta y ochenta. Todo ello coincidió con la que fue la primera construcción en grandes cantidades de viviendas en España. Entre 1970 y 1981 se construyeron cuatrocientas mil viviendas. Llegó un momento en el que muchas personas tenían que ir protegiendo sus balcones con toldos y el verde parece que fue el que tuvo más éxito.
El comienzo de la moda coincidió con la época de la transición y el éxodo desde las poblaciones rurales. Las familias de las zonas rurales, se fueron a las ciudades. Los colores al principio eran solo tres en muchas empresas, el azul, el verde y el naranja. Parece que el verde fue el que más se eligió.
Esta elección puede deberse a que el naranja y el amarillo suelen deslumbrar, por lo que el verde y el azul, con la luz tan bonita que dejan suele ser lo más común. Se comenzó a optar por el verde, y entonces, cuando le tocaba a tal o cual edificio, pues se decía como los de al lado, lo de toda la vida.
Esto hizo que comenzara a irse configurando el panorama de toldos que todavía actualmente vemos. Una razón que además era lógica, pues las comunidades de vecinos se ahorraban dinero y todo el mundo tenía su toldo del mismo color.
El verde y su llamada a la naturaleza
Además de lo que hemos dicho anteriormente, el inconsciente como tal también ha tenido mucho que ver. El verde lo elegía la gente porque realmente pegaba mucho con el ladrillo de color naranja marrón que tenían los edificios.
Hablamos de un color que puede pegar en cualquier momento del año, y que nos lleva a la naturaleza, la salud o al bienestar.
Un paisaje de lo más español
Quizá sea, como nos aseguran desde Toldos Clot, desde la experiencia que les otorgan los años de experiencia, creen que es uno de esos elementos de lo más característicos en la arquitectura española. En este sentido, podemos encontrarlo presente en cualquier zona del país.
Precisamente esto, es lo que hace que sea necesario dar la importancia que ello merece e incluso pensar que es patrimonio de nuestro país.
Siempre se va a poder debatir si el paisaje que conformaban los toldos era más o menos bonito, pero lo que está claro es que verlos nos lleva a unas épocas que sucedieron no hace muchos años. Lo que sí que conviene dejar claro es que no tiene demasiada pinta de que vaya a ser caduco a corto plazo.
Lo que si se puede es llegar a estudiar este interesante fenómeno, algo realmente curioso, pero que si que es cierto que cuando se descubre, genera bastante curiosidad. Es una manera de ver uno o unos elementos cotidianos, desde una forma diferente y darle su importancia.
Está claro que el sector de los toldos va a seguir estando con nosotros en un país con tantas horas de sol en la mayoría de las regiones. Lo que no parece demasiado cercano es que la fantasía llegue a este sector en cuanto a colorido y demás.
Esta es una de las razones por las que los toldos de un solo color y verdes o azules, van a seguir siendo realmente los más demandados por un gran público que lo que quiere es algo agradable, evocador de la naturaleza y que no dependa de factores temporales como pueda ser la moda en cuestión.
Por este motivo, ya sabes, cada vez que vayas por la calle y veas un toldo verde, seguro que ahora vas a entender mejor que no es una casualidad y que todo atendía a las necesidades y deseos de una época de nuestra historia no muy lejana.